domingo, 12 de junio de 2016

HABLA ESTÁNDAR Y HABLA CULTA

LENGUA ESTÁNDAR
Una lengua estándarestándar lingüístico o variedad estándar (concepto que no debe ser confundido con los de norma lingüística, lengua escrita o lengua literaria ) es una variedad amplia mente difundida, y en general entendida por todos los hablantes de la lengua, frecuentemente es la forma usada en la educación formal y la usada más amplia mente por los medios de comunicación. En muchos casos, aunque no siempre, la forma estándar puede ser una lengua planificada a partir del diasistema de una lengua, con el objeto de obtener un modelo de lengua unitario para la enseñanza, los usos oficiales y los usos escritos y formales, que a su vez permita cohesionar política y social mente el territorio donde es oficial.
 CARACTERÍSTICAS DE LOS ESTÁNDARES

La variedad estándar ha de ser conocida, compartida y aceptada por la comunidad lingüística para cumplir sus cometidos, ya que su objetivo es el de convertirse en una variedad superadora de la diversidad, una lengua común utilitaria.1
Los estándares, como lenguas elaboradas, restringidas y fijas, no pueden considerarse variantes naturales de una lengua. 
EJEMPLO 
La variedad estándar ha de ser conocida, compartida y aceptada por la comunidad lingüística para cumplir sus cometidos, ya que su objetivo es el de convertirse en una variedad superadora de la diversidad, una lengua común utilitaria.1
Los estándares, como lenguas elaboradas, restringidas y fijas, no pueden considerarse variantes naturales de una lengua. Además, como artificios que son, formados convencionalmente por agentes de planificación lingüística (autoridades lingüísticas: academias [para el español, la RAE y las 22 academias latinoamericanas asociadas], o gramáticos, ortógrafos y lexicógrafos normativistas), no se crean por convención social de una comunidad de hablantes, sino como consecuencia de una actuación expresa sobre el lenguaje.
Como modelos de lengua fijos, tienen una variación interna mínima y no están sujetos a las leyes naturales del cambio lingüístico. Para mutar, es necesario que un agente normalizador los modifique expresamente, a menudo para adecuarlos a los cambios que se han asentado en la lengua natural o para adecuarlos a nuevas necesidades políticas, educativas, económicas o sociales.
Como modelos de lengua artificiales y elaborados, se aprenden tras largos años de instrucción. Así, el estándar del español, en tanto norma supradialectal,7 no es un dialecto del español, ni un diasistema. Tampoco es una norma social o norma usual, entendiendo por norma usual la manera particular del uso de la lengua en un determinado grupo, sea este social, geográfico o funcional. Si fuera una norma usual, habría multitud de estándares, ya que «“Habrá tantas ‘normas’ como dialectos y sociolectos se puedan identificar. Puesto que tales ‘normas’ son hablas de ciertas colectividades socialmente delimitadas, a cada individuo le corresponderá una ‘norma’ según el enfoque dialectal que se le aplique”




HABLA CULTA
Se llama lengua culta (a veces también norma culta) a la que usan las personas consideradas cultas, normalmente de ciudad y con estudios superiores, en contextos tanto formales como informales. La lengua culta formal es la empleada, por ejemplo, en una conferencia o un discurso, y la lengua culta informal es la empleada con personas próximas (amigos, familiares) igualmente cultas.
El concepto de lengua culta es importante en la normalización  lingüística, pues suele tomarse como base para determinar la corrección o incorrección, junto con la introspección del gramático y de hablantes consultados por él. A su vez, los hablantes cultos suelen basarse en las normas existentes, normalmente por razones ajenas a la propia lengua, es decir, por razones sociales, históricas, políticas, económicas...
No hay una única norma culta sino que puede haber diferentes variantes cultas, en función del país o región: fenómenos que son habituales en la norma culta de un sitio pueden sentirse como incorrectos en otros (por ejemplo, en los posesivos tras advervio).
El concepto se aplica sobre todo al léxico y la gramática, pues la ortografía se basa en convenciones que no tienen por qué seguir el uso; por ejemplo, la última Ortografía académica prescinde de la tilde en el adverbio solo aunque cuando se aprobó era casi la única forma en el uso, especialmente en el culto.
EJEMPLOS DE LENGUA CULTA

“Resulta pavoroso y hasta mosqueado lo sigiloso con que el Poder Ejecutivo pretende regir un tema de tanta importancia como el anteproyecto del código de consumo. Se ha difundido que este documento sería aprobado en esta hebdómada -probablemente hoy- por el Consejo de ministros, a espaldas de los duchos y la ciudadanía. Esto cobra visos de follón, cuando se sabe que uno de los asuntos más polémicos, como el de los alimentos transgénicos, se aborda vulnerando el derecho a la información de los consumidores y desflorando las normas vigentes sobre etiquetado.”
Ejemplos de lengua culta:
“Puesto en marcha
Esto se debe en parte al trabajo que se
ha realizado
No se agota ahí.”